CDE LAMENTA SENSIBLE FALLECIMIENTO DEL DESTACADO ABOGADO URBANO MARÍN VALLEJO

(07.05.2021) El Consejo de Defensa del Estado lamenta profundamente el sensible fallecimiento del destacado abogado, académico y servidor público, Urbano Marín Vallejo, quien desde 2010 formaba parte de nuestra Institución como asesor especialista del Comité Contencioso Administrativo.

Don Urbano, quien fuera Presidente de la Excma. Corte Suprema entre 2008 y 2010, falleció este miércoles a los 85 años de edad.

Abogado de la Universidad de Chile, el ejercicio de su profesión estuvo constantemente ligado al servicio público y a la docencia, principalmente, en su alma mater, donde se desempeñó como profesor de la Escuela de Derecho y desde donde elaboró estudios, publicaciones y ponencias sobre Derecho Constitucional, Administrativo, Laboral y, también, sobre seguridad y trabajo social.

Además de ejercer la Presidencia del Máximo Tribunal, integró como ministro la Sala Laboral, formó parte de la Comisión de Ética y participó como consejero en la Corporación Administrativa del Poder Judicial. Su trayectoria lo llevó a ser abogado integrante de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, el Comité de Ética de los Medios de Comunicación y el Tribunal Constitucional, del que fue ministro. Previo a su ingreso al Poder Judicial, se desempeñó en la Contraloría General de la República, en donde fue jefe de la División Jurídica y, más tarde, del Departamento de Estudios.

El Consejo de Defensa del Estado tuvo el privilegio de contar con su asesoría profesional desde fines de 2010, luego que don Urbano jubilara del Poder Judicial al cumplir los 75 años de edad.

Durante los diez años que formó parte del Consejo, sus acabados conocimientos jurídicos y su vasta experiencia se convirtieron en un valioso apoyo para la definición y construcción de las estrategias de defensa que, sin duda, se fortalecieron con su trabajo. A ello se añadieron, como elemento distintivo, sus grandes condiciones personales, que lo hicieron merecedor del respeto y afecto de todos quienes tuvieron la oportunidad de trabajar con él.  

Para la ex Presidenta y actual Consejera del CDE, Clara Szczaranski, su partida es dolorosa y en nombre de los Consejeros que integran el Comité Laboral-Medioambiental, recordó al “abogado experto y muy informado que siempre fue, además de una gran persona, amable y empática, que se integró plenamente al Consejo desde el primer día, como si siempre hubiera pertenecido a él”.

Coincidió con ella el ex Presidente y actual Consejero Carlos Mackenney. “Fue un gran ser humano, me gustaría subrayar, antes que todo, su sencillez y su permanente disposición a escuchar, así como el compromiso y la dedicación con que siempre desempeñó su trabajo”.

La Consejera Ana María Hübner, quien integró durante muchos años el Comité Contencioso Administrativo y conoció de cerca a don Urbano, quiso destacar al “hombre sabio y humilde a la vez, condiciones que no siempre están presentes en personas con la gran cultura, inteligencia y sabiduría de él”. Agregó que “su bondad y calidad humana excepcional, con la frase siempre oportuna, el consejo preciso, la mirada que invitaba a sonreír y su risa fuerte daban cuenta de la perspectiva siempre positiva de quien sabe y espera de la vida lo que ésta le puede dar”. Sus comentarios y opiniones “siempre concretos y al punto, sin frases que pudieran sobrar”, recordó la Consejera. “La sobriedad del intelectual que no necesita explayarse. Aprendí de él, no sólo las materias del derecho administrativo que tan bien conocía y exponía sino, también, su calidez, paciencia y entereza”, concluyó.

Los Consejeros que conforman el Comité Contencioso Administrativo, Rodrigo Quintana, Raúl Letelier y Sebastián Soto, quisieron relevar su experiencia, acervo jurídico y vocación de servidor público. “Don Urbano Marín fue desde siempre un cultor del Derecho Administrativo. Su paso por la Contraloría General de la República marcó fuertemente su análisis jurídico. Son conocidas las sentencias que le tocó redactar y que implicaron verdaderos puntos de inflexión en el desarrollo del Derecho Administrativo chileno”, afirmaron.

“Fue un hombre dedicado al servicio público. De ahí que sus perspectivas jurídicas estuvieron siempre marcadas por una óptica sistémica que permitía compatibilizar derechos individuales con el funcionamiento correcto de la Administración del Estado. Él no pertenecía a esa escuela que hace colapsar las herramientas administrativas más sofisticadas ante la simple afirmación de la supremacía de la persona humana”, recordaron.

Lo definieron como “una persona de Estado, de aquellas que están firmemente comprometidas con un proyecto de comunidad que se hace exitoso a través del derecho”. En ese sentido, señalaron que “Chile pierde mucho con su partida. Y, también, el Consejo de Defensa del Estado, que perderá su sabio consejo, su agudeza intelectual y su calidez humana”.